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Hinduismo y vegetarianismo

El hinduismo promueve la dieta vegetariana. Sin embargo, sería exagerado decir que para ser hinduista es necesario ser o hacerse vegetariano. Muchos que profesan esta fe no lo son, si bien el hinduismo es la religión más vegetariana del mundo. Según un estudio realizado en 2003, el 42% de los hinduistas seglares son vegetarianos, lo cual dejaría fuera a los monjes y sacerdotes que en general también lo son.

 

No obstante, como hemos dicho, muchos hindúes no siguen esta dieta. Una gran cantidad de hinduistas comen cordero, pollo o pescado. La única restricción que en general debe seguir todo hindú es la de abstenerse de la vaca, que representa a la Madre Tierra, y por esto debe protegerse y tratarse con respeto.

 

A pesar de esto, el hinduismo fomenta tanto en sus Escrituras como a través de sus maestros la alimentación vegetariana. Hoy presentamos varias razones por las cuales si uno desea sumergirse más profundamente en la cultura védica debería plantearse seriamente el abandono de la dieta cárnica.

 

Alimento para la mente.

En la Chandogya Upanishad se nos dice lo siguiente: “Cuando la comida es pura, la naturaleza de uno deviene pura. Cuando la naturaleza deviene pura, la mente se vuelve firme. Y en un hombre de mente firme, todos los lazos son cortados”.

¿Cómo es posible esto? En la misma Upanishad se expone que el alimento, al ser ingerido, se divide en tres. La parte más densa se convierte en excremento y es defecada; la parte intermedia alimenta los tejidos, y la parte más sutil se convierte en la mente.

Debido a ello, una dieta que minimiza la violencia devendrá en una mente plácida y pura. Si deseamos discernir el significado de las Escrituras, es por tanto primordial que no nos alimentemos de comida obtenida a través de matanzas de animales.

 

Todos somos Uno

Cualquiera que sea la rama del hinduismo a la que uno pertenezca, todas tienen en común una misma idea: Nadie está desvinculado de llos demás. Algunas filosofías proponen una unidad total entre los seres, otras una unidad diferenciada, pero de lo que todo hindú está seguro es de que formamos parte de algo más grande que nosotros. Como individuos somos parte de un Todo sagrado, de un organismo universal. Sólo a través de la compasión podemos adquirir esta experiencia, y ¿cómo sentir a todos como parte de uno mismo, cómo sentir la unidad de todos los seres si matamos y comemos sin piedad a tantos y tantos seres vivientes, que desean vivir y gozar igual que nosotros? ¿Cómo sacralizar la vida si nos alimentamos de animales muertos? Una condición para empezar a sentir esta unidad de los seres sería practicar el vegetarianismo.

 

La práctica del Yoga

Uno de las grandes filosofías del hinduismo es el Yoga. Expuesto por el sabio Patañjali, el Yoga propone un sistema de ocho pasos desde la vida moral, pasando por ejercicios físicos y mentales hasta los estados de meditación y contemplación divina. Uno de los requisitos para acceder a estas experiencias es la pureza, tanto física como mental. Ni qué decir tiene que la comida cárnica no se considera “pura” tanto por motivos físicos (estamos comiendo la carne, sangre y grasa de un animal muerto) como mentales (la ingesta de carne crea una mentalidad violenta). En cuanto al Hatha Yoga, el Yoga más físico, la alimentación alta en ácidos, como es la cárnica, es un factor determinante para varias enfermedades de tipo coronario, hepático, etc, que, obviamente dificultan grandemente si no impiden las prácticas de asana y pranayama.

 

Ayurveda

La ciencia del Ayurveda no es esencialmente vegetariana, si bien la fomenta y recomienda. Pero obviamente al ser una ciencia médica debe estar preparada para tratar a cualquiera, sea cual sea su dieta. De un modo u otro, el Ayurveda propone que uno no debería comer ningún alimento que tarde más de tres horas en ser digerido. Si esto es así, muchas toxinas serán absorbidas por el organismo y causarán desequilibrio en los doshas o humores del cuerpo. Una dieta cárnica tarda en el mejor de los casos cinco horas en ser eliminada por completo.

 

Vemos pues que en las distintas ramas del gran árbol del hinduismo, desde sus prácticas ascéticas, como el Yoga, pasando por las prácticas devocionales e incluso médicas, el abandono de la carne se considera una gran virtud. Pero si uno no es capaz de abandonar la carne por completo, esta gran fe no lo rechazará. No es que aquellos que se alimentan de carne no sean dignos de acercarse a esta cultura. Un vegetariano sabe que también comete violencia en otras acciones, pero trata de ser más moral en su vida, y reducir esta violencia al mínimo posible. El ser más compasivo y amistoso en el comer es un gran paso en la vida espiritual, y no deberíamos desecharlo sin más. Muy al contrario, si damos una oportunidad a una dieta más bondadosa con nuestros hermanos animales no nos arrepentiremos. Cualquier paso, por pequeño que sea, en esta dirección, es un gran paso.

 

Shloka:

ahimsā paramo dharmah

sarvaprāmabhrth smrtah

tasmāt prānabhrtah sarvān

na himsyād brāhmanah kva cit

 

La No violencia es el deber supremo. Por tanto un brahmana (una persona espiritual) no debería tomar la vida de ninguna criatura

 

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