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Bhakti y Raja Yoga, por Sri Swami Vishnudevananda

Hay nueve formas de adoración en la práctica del Bhakti Yoga. Desde la más simple a la más difícil, ellas son las siguientes:

 

Sravanam, escuchar historias o pasatiempos sobre los Lilas (juegos) del Señor.

 

Smaranam: Recordar Su nombre y Su presencia. Esto es más difícil; para esto debes estar en pratyahara o estado de control de los sentidos, porque sólo debe haber una vritti u onda mental. Ves que todo es Su forma que todo lo penetra.

 

En Padasevanam (servicio a los Santos Pies) el mundo se ve como los pies de Dios. En el servicio a la humanidad uno mentalmente adora Sus pies, o sea que aunque tengas tareas mundanas, si el esposo sirve a la esposa o la esposa sirve al esposo, sólo ves a Dios.

 

Archanam es adorar a Dios a través de rituales como la Puja. Cuando ofreces una flor, en realidad estás rindiendo tu ego. Ese es el propósito de la ofrenda de flores. Con cada mantra estás ofreciendo el ego. Lenta, lentamente el ego se va derritiendo, igual que el hierro duro. Si caliento el hierro se vuelve líquido y fluye. Lo mismo ocurre con tu corazón. Es igual que una piedra dura, así que lo derrites por medio del amor ofrendando flores simbólicamente.

 

Vandanam es la postración ante el Señor con total conciencia de Su presencia en todos los nombres y formas.

 

Dasyam es cultivar el sentimiento de ser el siervo de Dios. En el estado de dasyam, la separación del devoto es parecida a la del samprajñata samadhi del Raja Yoga. El devoto está muy cerca. Es la etapa de concentración de los raja yogis, la sexta etapa.

 

En sakhyam se cultiva el sentimiento de amistad hacia el Señor, estableciendo así una relación personal.

 

FInalmente está Atmanivedanam, la completa entrega del ser. Es equivalente al Asamprajñata Samadhi, el estado sin semilla en el que la entrega es completa y ya no existe dualidad. Es lo mismo que en el Raja Yoga, excepto que la devoción se utiliza para detener las vrittis emocionales o las ondas de pensamiento de apego. Eventualmente, la devoción se vuelve tan perfecta que ya no existe nada excepto Krishna, el Señor Único.

 

Shloka:

yo māṁ paśyati sarvatra

sarvaṁ ca mayi paśyati

tasyāhaṁ na praṇaśyāmi

sa ca me na praṇaśyati

 

Aquel que Me ve en todas partes y que ve todo en Mí, Yo nunca lo pierdo a él, y él nunca Me pierde a Mí.

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