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El nacimiento del verso

El Shloka es el tipo de verso más conocido en la India, y más extendido en las Escrituras Védicas. Esto es debido a su hermosa sonoridad y su facilidad para la memorización y la rima. Los textos hindúes más conocidos, como el Ramayana, el Mahabharata y por supuesto la Bhagavad Gita están escritos en la forma de estos versos. La forma más común del shloka es de cuatro líneas de ocho sílabas cada una, o de dos líneas de 16, muy similar a la métrica anushtubh, aunque hay otros modos de shloka con diferente número de sílabas. Esta estructura lo hace muy fácil de recitar.

 

Se cuenta que fue el gran Rishi o sabio Valmiki quien inventó esta bella forma de poesía. Valmiki, que puso por escrito el Ramayana, la gesta del Señor Rama, es conocido como el Adi-Kavi, el poeta primordial, por este maravilloso hallazgo. La historia es la siguiente:

 

Valmiki se hallaba con su discípulo Bharadvaja en un lugar santo a la orilla del río conocido como Tamasâ. Mientras llevaba a cabo sus rituales diarios, vio una pareja de aves que se dedicaban al amor. En ese momento, un cazador de la tribu de los nishadas, de corazón duro y cruel, atravesó al macho con sus flechas. La hembra comenzó a llorar amargamente. El sabio, conmovido por este crimen atroz, exclamó desde su alma:

 

 mā niṣāda pratiṣṭhāṁ tvam/agamaḥ śāśvatīḥ samāḥ/

yat krauñcamithunādekam/ avadhīḥ kāmamohitam//

 

“¡Oh, nishada! ¡Por haber matado a este ave cuando se entregaba al amor, ojalá vivas sin hogar hasta el fin de los tiempos!”

 

Era la primera vez que alguien pronunciaba este tipo de métrica. En ese momento, Valmiki reflexionó: “a causa de mi dolor ¿qué he dicho? Puesto que este verso ha nacido de mi aflicción (aflicción en sánscrito: shoka), este verso se llamará shloka”.

Aún el sabio se hallaba confundido por pensar que el primer shloka de todos los tiempos había sido una maldición. Entonces, Brahma, el Creador, descendió del cielo, y bendijo a Valmiki. Le dijo que en realidad, esta supuesta maldición que había pronunciado era una velada oración a Narayana y una gran bendición. Brahma explicó:

 

“Ma Nishada” significa “¡Oh, Nishada!” pero también se entiende como Ma: Madre y Nishada: morada. Pratishtam significa establecerse. Por lo tanto, en realidad Valmiki decía: Que vivas siempre en la morada de Lakshmi y Narayana.

 

El mismo verso, repetido con diferente entonación, resultaba ser una bendición divina. En las palabras sánscritas en ocasiones hay significados ocultos, de modo que una maldición o un insulto, puede ser en realidad una alabanza o una bendición. Esta era una de estas ocasiones. Después, Brahma encargó a Valmiki que escribiera el Ramayana, la gesta del Señor Rama, la encarnación de Dios, en la estructura de este nuevo verso que había inventado. Era el mismo Señor Narayana quien lo había inspirado. Desde entonces, los más importantes textos védicos se han escrito en esta métrica.

 

Otra interpretación de este verso es que, místicamente, el cazador que dispara a los pájaros es Ravana, el rey demonio, tratando de separar a Sita de Rama. Debido a ello es que Valmiki se rebela ante tan despiadada acción. Los grandes eruditos y pandits son capaces de interpretar el shloka de múltiples maneras, jugando con las sílabas y sus significados. Sin embargo, la gran enseñanza que se nos presenta en esta historia es la siguiente: aquello que se nos presenta externamente como una maldición o una desgracia, mirado con los ojos de la Divinidad puede ser la más grande de las bendiciones.

 

Shloka:

vanamālī gadī śārṅgī

śaṅkhī cakrī ca nandakī

śrīmān nārāyaṇō viṣṇuḥ

vāsudevōbhirakṣatu

 

Protégenos, oh, Señor Narayana, que llevas una guirnalda de flores silvestres, la maza, rueda, espada y caracola, y eres llamado Vishnu y Vasudeva.

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